jueves, marzo 01, 2007

Al final, hablamos de otras cosas... y de lo mismo.


La mesa redonda sobre Educación Artística, que formó parte de la celebración por el primer aniversario de la nueva sede de la Escuela de Iniciación Artística no. 4 del INBA, resultó muy interesante. La primera participación fue de la directora del museo de San Carlos, la maestra María Fernanda Matos Moctezuma. Hizo un recorrido por la historia de la educación artística, comenzando por Vasconcelos, y después nos recetó una buena reseña de notas periodísticas, principalmente de la Jornada, para exponer el problema de la educación en México. Criticó la Reforma de Secundaria por la "eliminación" de Historia y Civismo; pero justo cuando pensé que iba a hablar de la nueva asignatura de Artes, se refirió a la educación artística desde el punto de vista profesional, refiriéndose exclusivamente a las escuelas del INBA, tanto los CEDART como las de Iniciación. Resumiendo, la maestra Matos hizo una buena denuncia de la falta de apoyo, recursos y personal calificado para la enseñanza del arte. No es nada nuevo, pero siempre hay que decirlo.

Después le tocó el turno a este servidor. Por supuesto retomé el discurso de la maestra Matos, para aclarar y explicar los logros y dificultades que vi durante mi trabajo en la SEP, especificamente con el programa de teatro, la primera etapa de implementación y la capacitación. Hablé de la urgencia de formar formadores, desde las normales superiores y las universidades, de la fundamentación que acompaña a la asignatura de Artes de secundaria, de las carencias de recursos y disposición, que le dan al traste a cualquier planeación que provenga de las personas que sí tienen talento y ganas dentro de la SEP. O sea, al final hablamos de lo mismo.

Después la maestra Estela Eguiarte, que dirige la línea de Arte y Educación en la maestría de Arte de la Ibero, nos dió una gratísima explicación del pensamiento artístico desde lo más básico, los sentidos. Su participación dejó claro que el arte nos eleva, nos transporta y nos divierte, hace mejores seres humanos. Y lo hizo sólo en veinte minutos. Hizo un experimento muy divertido con limones. Se los comparto para que el que quiera reroducirlo lo haga en su salón de clases.

1. Preguntó: ¿qué saben de los limones? cada quien respondió lo que sabía. Agrio, redondo, con semillas, verde, ovalado, pequeño, ácido, etc.

2. A cada asistente le dió un limón. Observen el limón con sus cinco sentidos. Huélanlo, pruébenlo, véanlo, óiganlo, pálpenlo. Ahora respondan nuevamente: ¿qué saben de los limones? y específicamente ¿qué saben sobre el limón que tienen en las manos? Las respuestas fueron sorprendentes. Que no era tan verde, que tenía varios tonos de amarillo, que tenían diferentes formas, que su textura ano era la misma, etc.

3.Regresaron el limón a una bolsa, se revolvieron. Ahora busquen en la bolsa "su" limón. Recuerden su textura, su forma, sus características especiales... la mayoría lo reconoció.

Sensibilidad, percepción, creatividad.
Sensibilidad para observar el limón con los cinco sentidos, percepción para encontrar y reconocer las diferencias, creatividad para nombrarlas y para tener una estrategia que permita encontrar el limón propio.
¿Qué tal? Tan simple. El arte se nutre de lo más básico, de la naturaleza.
Después la maestra eguiarte nos mostró una pintura en una diapositiva y realizó preguntas que apuntaban precisamente a descubrir la obra desde lo más básico: los sentidos. ¿Que ven? ¿a qué olera? ¿qué sonidos les evoca? ¿qué texturas observan?

Me pareció un ejercicio muy bueno. No creo que a Estela Eguiarte le moleste que alguien más utilice su idea para explicar el pensamiento artístico tan claramente.

Hasta aquí la experiencia de la mesa redonda. Vaya un agradecimiento grande a Lorena McGregor, seretaria académica de la Escuela de Iniciación Artística no. 4 del INBA, por su invitación.

vale